Asimismo,
el funcionario del BCRP señaló que esta infraestructura (la plataforma) complementará
las actuales y estará a disposición de todo el sector privado, de manera que
podrá ser utilizada voluntariamente por las entidades financieras y billeteras
que operan actualmente, así como algunas nuevas que se vean motivadas a
ingresar al mercado y ofrecer sus servicios financieros.
Precisó
que la operatividad de la plataforma será adaptada al modelo peruano y será una
infraestructura adicional a las dos que ya existen. “Las plataformas son los
rieles por donde pasan los trenes y las billeteras son los trenes”, ejemplificó
Castillo. Agregó que el usuario no será afectado por el tipo de plataforma que esté
usando la billetera digital, ya que podrá realizar sus operaciones sin
inconvenientes a cualquier otro destino; con lo que resaltó los beneficios de
la interoperabilidad.
Indicó
que la plataforma permitirá que no solo las billeteras electrónicas ofrezcan
las opciones de pagos digitales, sino también otros instrumentos de pago de
valor agregado, lo que posibilitará llegar a los no bancarizados.
Comentó
que será una infraestructura adicional disponible para todos los participantes;
quienes podrán elegir las “carreteras” a través de las cuales van a dar el
servicio, y eso dependerá del sector privado.
“Actualmente,
se puede constatar que los pagos a través de las billeteras no tienen costo, lo
usan intensamente las personas y comercios. La infraestructura busca proveer
una mayor capacidad para que la industria crezca”, enfatizó en el evento “Peru
Digital Payments”.
La
plataforma de pagos minoristas en tiempo real que implementará el BCRP tiene su
antecedente en la lanzada en India en 2016 y administrada por la Corporación
Nacional de Pagos de la India (NPCI), empresa público-privada bajo la
regulación del Banco de la Reserva de la India (RBI). Una de sus principales
características es la participación simultánea de varias entidades (bancos, no
bancos, Fintech, Bigtech, etc.) que cumplen diferentes roles.
Esta
plataforma permite que las personas que tienen uno o más medios de pago
(billeteras digitales, cuentas bancarias u otros) puedan realizar transacciones
con otros usuarios de manera fluida, indistintamente de cuál sea el banco o
medio donde el receptor del dinero tenga su cuenta. Esto podrá realizarse con
seguridad y eficiencia.
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