El vicepresidente del Comité de
Pesca y Acuicultura de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), Hugo Vernal Merluzzi
afirmó que los 1,200 millones de soles anuales que se pierden por la pesca
ilegal en todo el litoral peruano supera al Presupuesto destinado a la
construcción del Metropolitano”. Indicó que permite a los
pescadores ilegales no cumplan con los trámites y pagos obligatorios para
obtener licencia, falsificando documentación, que no sigan las políticas y
leyes establecidas y a menudo, “lavan” sus capturas mal habidas.
El dirigente empresarial sostuvo
que todo esto es notorio a la luz y paciencia de algunas de las autoridades del
sector, que prefieren voltear hacia otro lado, además de permitir que la pesca
ilegal constituya, un claro caso de competencia desleal hacia el sector
formal.
La ONG Oceana estima que entre
1950 y el 2010, período que abarca el estudio (Mendo and Wosnitza, 2014), se ha
pescado 25 por ciento más de lo señalado en los reportes oficiales peruanos.
Vernal Merluzzi precisó que, en
el caso del sector de pesca artesanal, se habría extraído 35 por ciento más de
lo reportado y más de la mitad de las embarcaciones pesqueras artesanales en el
Perú son ilegales.
“El Perú tiene el mar más
productivo del mundo, sin embargo, el 70 por ciento de la pesca artesanal
desarrolla sus actividades dentro de la total informalidad”, denunció.
En ese sentido, manifestó que el
Ministerio de la Producción (PRODUCE), a fin de evitarse el problema
social con los pescadores, no hace un control real, eficiente y eficaz donde se
generan todos los problemas, o sea, en los desembarcaderos.
En el Perú, hay cerca de 50
desembarcaderos pesqueros artesanales, entre públicos y privados. “Sin embargo,
sólo 15 son públicos y de esa cifra, uno está operativo”, reveló
Vernuy Merluzzi.
Agregó que, desde el punto de
vista de la inocuidad, los desembarcaderos artesanales son un desastre para la
exportación del sector y contribuye a realizar solamente una “Política de
Parches”, al malgastar dinero supuestamente para reconstruirlos y habilitarlos.
“Han expuesto al sector a perder
sus mercados, a no ser competitivos y por tanto al borde de la quiebra”,
expresó.
Por otra parte, sostuvo que
controlar 50 desembarcaderos no debería ser mayor problema para el tamaño de
presupuesto que el PRODUCE maneja ascendente a 830.6 millones de soles.
Al respecto, manifestó
tajantemente que el problema radica que un grupo de “Asesores” que permanecen
en el PRODUCE por años, les venden a los nuevos ministros y vice ministros de
turno (que duran 06 meses en promedio) la forma más eficaz de controlar la pesca
ilegal es “poniendo inspectores de las certificadoras privadas (pagados por los
administrados a través de una suerte de impuesto encubierto) en el interior de
las Plantas Industriales”, para supuestamente “controlar”, durante los 365 días
año.
“Pero, éstas trabajan en promedio
solo 100 días al año, por falta de materia prima”, precisó Vernal Merluzzi.
Añadió que los restantes 265 días
del año “estos leen periódicos, juegan con sus teléfonos celulares, conversan
con sus familias y duermen, porque se cansan de no hacer nada”.
En conclusión, dicha supervisión
y vigilancia es un fracaso total, que no solo es denunciado por ONG, FAO,
OCEANA, SNP, SNI, periódicos nacionales, revistas especializadas; sino también
por el mismo PRODUCE, que declara que se pesca entre 150,000 y 300,000
toneladas de Anchoveta en forma ilegal al año en el Perú.
Alternativas
de Solución
El vicepresidente del Comité de
Pesca y Acuicultura de la SNI aclaró que la solución no es eliminar los
controles, sino redirigirlos.
“Primero, donde se genera la
actividad o sea sobre “los desembarcaderos”, que son de donde salen las
embarcaciones, de tal manera de ejercer un control previo junto con la
Dirección General de Capitanías, a fin de otorgar zarpe solo a las
embarcaciones registradas en el Produce, con protocolos sanitarios vigentes y
que tienen convenios de abastecimiento con plantas para Consumo Humano Directo
formales”, explicó.
El siguiente paso, según Vernal
Merluzzi, es controlar que la pesca traída por estas embarcaciones llegue a las
plantas con las cuales tienen convenios.
Indicó que se cruzará la
información de lo declarado por las embarcaciones artesanales y de menor escala
versus lo recibido en las plantas mencionadas.
“Finalmente, se cerrará los
astilleros informales, que continúan, a vista y paciencia de las autoridades,
construyendo más embarcaciones ilegales”, finalizó.
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