“Las medidas del gobierno han
sido desacertadas. Aquí tenemos una de las principales atracciones turísticas
del mundo que es la Reserva Natural de Paracas (con sus respectivas playas) de
unos 40 kilómetros del litoral, con un contacto directo del turista con la
naturaleza, es ilógico las restricciones impuestas con el horario impuesto del
toque de queda a partir de las 7 de la noche. Esas medidas están provocando el
aniquilamiento (económico) a las pocas empresas del sector”, alertó.
Al respecto, señaló que
pequeños empresarios turísticas han abandonado el sector debido a que “le
anulan (económicamente) el verano”, teniendo en cuenta que era la temporada
donde llegaba más visitantes provenientes de Lima o del exterior.
Jáuregui recordó que el año
nuevo 2020, Paracas recibió a unos 50 mil visitantes y “para la llegada del año
nuevo 2021, solamente estuvieron 10 mil”.
“A comparación del verano
2020, hoy estamos al 20 por ciento de nuestra capacidad. Eso significa un 80
por ciento menos de ventas a lo captado en similar período del año pasado”,
estimó el titular de CAPATUR, quien calificó este panorama como “un verano
catastrófico” que afrontará Paracas en el presente año.
En ese sentido, reveló que a
la fecha, unos 250 trabajadores del sector han dejado de laborar y advirtió que
unos 1,000 empleos se encontrarían en peligro de persistir con estas medidas
que atenta al desarrollo de la actividad turística en Paracas.
En consecuencia, planteó a
las autoridades gubernamentales la suspensión hasta el 2022 del pago de los
préstamos otorgados por el programa Reactiva y el autoavalúo a la Municipalidad
Distrital de Paracas.
Nuevo
comportamiento
De otra parte, Eduardo
Jáuregui destacó el nuevo comportamiento de los visitantes de Lima que llegan
para disfrutar del fin de semana en Paracas, a pesar de los inconvenientes
antes señalados.
Recordó que antes llegaban al
balneario iqueño un viernes y retornaban a Lima el domingo.
“Hoy, llegan a Paracas un
sábado y se retiran un lunes”, el empresario hotelero.
El titular de CAPATUR afirmó
que Paracas es una zona tranquila y prácticamente, no hay delincuencia.
“Es una zona veraniega y de
descanso, además de ser una zona de sol y playa, los hoteles son amplios a
orillas del mar y cumplen con todos los protocolos sanitarios
correspondientes”, finalizó.
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