martes, 4 de enero de 2022

CUARENTA AÑOS DE MICROFINANZAS Y CUATRO DÉCADAS POR LA CAJA PIURA EN EL PERÚ

Por César Sánchez Martínez / LIMA

 MICROFINANZAS  La Caja Piura está cumpliendo sus primeros 40 años como institución financiera al servicio de miles de emprendedores y cientos de negocios que, durante estas cuatro décadas, encontraron en todo el sistema de cajas municipales de ahorro y crédito, el aliado perfecto para caminar juntos en el crecimiento empresarial.

Con la Caja Piura también se inicia, de manera formal, el sistema de microfinanzas, esa tecnología estratégica que impulsa el fortalecimiento de millones de emprendedores hacia el bienestar social y financiero, mediante la formalización empresarial, inclusión social, educación financiera, generación de empleo, reducción de la pobreza, uso de tecnologías apropiadas, Administración de los riesgos, buen gobierno corporativo, microcréditos, diversas modalidades de captaciones, seguros, y ahora transformación digital, entre otros conceptos de gestión inclusiva en las finanzas populares.

Con la institución norteña se inicia también el sistema de cajas municipales de ahorro y crédito, siendo mentor y pionero durante más de 30 años, Pedro Pablo Talledo Coronado, ahora gerente general de la Cooperativa Santa Isabel.

Debemos destacar que, en este esfuerzo, participaron instituciones señeras en experiencia y conocimiento de las microfinanzas mundiales como la antigua Agencia de Cooperación Técnica GTZ (Gesellschaft Technische Zusammenarbeit) de Alemania, institución que mantuvo un convenio de cooperación técnica con la Municipalidad Provincial de Piura para capacitar y compartir experiencias con ejecutivos peruanos.

Aunque debemos reconocer que ya había en el país, experiencias populares de algunas cooperativas y organizaciones no gubernamentales de desarrollo como el IDESI (Instituto de Desarrollo del Sector Informal) que entonces dirigía Susana Isabel Pinilla Cisneros.

El trabajo de la antigua GTZ fue clave en la formación de la Caja Piura y demás cajas municipales que nacieron en la década de los ochenta. En la actualidad, la GTZ está fusionada desde enero de 2011 con la Agencia Alemana de Desarrollo Internacional y la Sociedad para la Formación y el Desarrollo, ambas de Alemania, que ahora forman la Agencia Alemana para la Cooperación Internacional para el Desarrollo (Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit, conocida por las siglas GIZ en alemán).

MICROFINANZAS

Las microfinanzas son una herramienta de desarrollo social que tiene por finalidad combatir a la pobreza en general. Microfinanzas no es un concepto académico, ni finanzas “en pequeño”. Tiene su propia dinámica y singular tecnología, muy distinta a la de los bancos comerciales, aún en su naturaleza y finalidad.

A las microfinanzas se les llama también industria microfinanciera por sus instituciones (Industria o “institución” Micro Financiera – IMF), pero no es manufactura, aunque puede desarrollarse en ese ámbito. Son procesos que deben cumplirse en los tiempos establecidos y con metas fijadas con antelación. Por tener procesos, se aproxima al desempeño de gestión basado en el buen gobierno corporativo.

Tiene canales de financiamiento en dos sentidos. Primero, están los proveedores de líneas de fondeo que canalizan recursos hacia una entidad microfinanciera, y ésta a su vez, lo hace mediante las colocaciones a los empresarios o emprendedores con negocio.

La IMF utiliza diversos procesos de medición como indicadores del desarrollo crediticio, empresarial y gestión. Al usar procesos, también se entiende que hay riesgos que asumir, razón por la cual, aparece otro actor clave en las microfinanzas. Se trata de metodologías (en algunos casos hasta software) de administración de riesgos empresariales (Crediticios, financieros, operativos, estratégicos etc.). De todos los riesgos, el reputacional en los estratégicos es demoledor si no se administra adecuadamente.

Las microfinanzas como herramienta social están expuesta ante posibles riesgos (siniestro si se produce el riesgo), muchos de los cuales están en la misma organización, cuyos responsables son las personas. De ahí que la adecuada aplicación de controles internos es fundamental para una transparente gestión. La auditoría y la supervisión son válidas en esta parte. Todas las instituciones microfinancieras son supervisadas por la Superintendencia de banca, Seguros, Administradoras de Fondos de Pensiones, y Cooperativas (SBS), Federación Peruana de Cajas Municipales de Ahorro y Crédito (FEPCMAC) y algunas, en el caso de las cooperativas de ahorro y crédito, por la FENACREP. Incluso, las auditorías externas para las organizaciones no supervisadas son primordiales para acceder a mayores fuentes de financiamiento, como el caso de las organizaciones no gubernamentales.

La industria microfinanciera por ser de naturaleza financiera tiene normas de regulación establecidas por la SBS. Por ejemplo, las normas de Basilea son aplicables a ciertas IMF, muchas veces fuera del alcance de las mismas. Controvertida norma, pero real para la industria microfinanciera.

Las microfinanzas en el Perú han desarrollado sus propias metodologías que la hacen diferentes de IMF de otros países. Cada metodología es propia de cada país y de cada organización. No es lo mismo, la metodología de una caja municipal que la de un “banco comunal” de una ONG. Una Edpyme difiere mucho de una financiera o cooperativa de ahorro y crédito.

También las tecnologías de la información son distintas. Un cajero corresponsal de una caja municipal es diferente al de un banco comercial, no sólo por el costo del mismo, sino por los servicios que se brinda. Hasta los softwares son distintos. Por supuesto, ahora con la transformación digital, existen diversos aplicativos y monederos electrónicos.

Aunque algunas IMF como las cajas municipales se han acercado mucho a la banca tradicional, y ésta a su vez se ha aproximado a las microfinanzas, el “microcrédito” sigue siendo el principal producto de bandera de la industria microfinanciera. No sólo se diferencia por la tasa de interés, sino que es un producto que sigue estando aún en el ámbito de las microfinanzas. Los bancos rara vez podrán acercarse al microcrédito por los costos operativos que representa.

Dada la realidad del país, las IMF elaboran productos financieros propios que van desde los microcréditos y microahorros hasta los microseguros. Algunas ONG desarrollan bancos comunales exitosos y ciertas cajas municipales se orientan a los créditos solidarios o rurales, por ejemplo.

COLABORADORES

Los recursos humanos son fundamentales en el desarrollo y éxito de las IMF. En estos tiempos que hay una sobre oferta de créditos por el exceso de liquidez y limitaciones para colocar esos fondos por la pandemia, los analistas de crédito desarrollan criterios acordes con la realidad del mercado, pero también de la institución. Un analista de las IMF es una persona capacitada que sabe perfectamente a quien otorga un crédito. El problema viene cuando algunos “analistas” sin experiencia o presionados por las metas que deben cumplir empiezan a otorgar créditos a discreción sin una evaluación rigurosa.

Celebramos el aniversario de la Caja Piura, la primera caja municipal de ahorro y crédito en el Perú, pero al mismo tiempo, el inicio del sistema CMAC y, por supuesto, de las microfinanzas formales en el país.

Si bien es cierto que un cuatro de enero de 1982 inició sus operaciones la Caja Piura con sólo seis trabajadores y con un capital aproximado de US$ 82,000 aportados por la Municipalidad Provincial de Piura, también es real que es el inicio del sistema de las instituciones financieras agrupadas ahora en la Federación Peruana de Cajas Municipales de Ahorro y Crédito (FEPCMAC) que preside Fernando Ruiz-Caro Villagarcía, también presidente de la Caja Cusco.

En la actualidad, la Caja Piura es presidida por la economista Mercedes Franco de Heck, quien representa a la Corporación Financiera de Desarrollo (COFIDE). La gerencia mancomunada está integrada por Marcelino Encalada Veira, gerente central de Negocios; Edgar Javier Morante Núñez, gerente central de Administración; y Omar Crespo Delgado, gerente central de Innovación Estratégica.  

César Sánchez Martínez. Escritor y periodista especializado en Economía. Coach en temas de Imagen Reputacional, Emprendedorismo, Microfinanzas y Educación Financiera. Ha escrito más de un millar de artículos en medios de comunicación de diversos países del mundo. Es director del periódico CERTEZA y dirige un programa de televisión en temas de su especialidad.


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