El presidente de la
Asociación de Exportadores (ADEX), Juan Varilias Velásquez, pidió un esfuerzo
político-institucional para lograr los requisitos básicos que permitan la
recuperación y desarrollo de la industria nacional, cuyas exportaciones en el
primer trimestre del año sumaron US$ 985 millones 129 mil, monto comparable con
el del mismo periodo del 2008 (US$ 939 millones). “El desarrollo de
la industria requiere como primera condición eficiencia o costos bajos. Es por
eso que no puede haber industria sin carreteras ni puertos, o sin parques
industriales y/o zonas especiales de desarrollo. En ese sentido, la primera
condición es este esfuerzo político-institucional”, comentó. La segunda
condición es diseñar vías rápidas para la formación de nuevos cuadros técnicos
y profesionales, pues en un contexto de globalización, la industria evoluciona
de la manufactura hacia el uso más intensivo de máquinas y el conocimiento
especializado.
“Otro concepto utilizado para modelar la evolución del aparato
productivo es la generación de valor agregado. Perú es un país rico en recursos
naturales y necesita añadirle valor para generar más y mejor empleo”, precisó.
Más empleo, mejores salarios
Añadió que el valor
agregado se genera cuando se transforma la materia prima mediante procesos
industriales que convierten, por ejemplo, el metal en una máquina y el algodón
en una prenda de vestir, en ese sentido, cada etapa de transformación genera
más empleo y mejores salarios.
“Las estadísticas
de empleo refuerzan esta idea: US$ 1 millón de minerales exportados genera 11
empleos directos, mientras que la siderurgia genera 35 puestos y la
metalmecánica 41. En general, los despachos tradicionales generan 12 empleos
directos por cada US$ 1 millón y las no tradicionales 51”, puntualizó.
Sin embargo,
Varilias refirió que esta línea de razonamiento tiene un obstáculo insalvable y
es que el valor de un producto se mide por lo que el consumidor está dispuesto
a pagar. Asimismo, la eficiencia de una actividad industrial está en función de
su escala. La industria necesita una escala determinada tanto a nivel de
abastecimiento de materias primas como desde el lado de la demanda del producto
final.
A manera de
ejemplo, dijo que Perú no tiene una industria eficiente de refinación de
metales porque requiere operar a gran escala para ser competitiva: si no
tenemos materia prima en los volúmenes requeridos y no tenemos un mercado que
compre metales a gran escala, no hay forma de tener refinerías eficientes. Dado
que el mercado peruano es pequeño, tiene una industria de metales que adquiere
materia prima a precios más altos que los internacionales, por lo que el
producto final es poco competitivo.
Un objetivo, dos caminos
Para el líder
empresarial, y teniendo en cuenta el tamaño del mercado peruano, existen dos
caminos complementarios a seguir. El primero es la diversificación productiva y
el segundo es la participación en cadenas globales de valor. “Por nuestra
amplia riqueza natural podemos apostar por una producción diversa. Dentro de
esa diversidad, hay varios sectores que no requieren inversión a gran escala ni
necesitan pasar por varias etapas de transformación”, dijo.
Respecto al segundo
camino -cadenas globales de valor- refirió que existen dos alternativas: la
primera es ser pasivos, lo que podría perennizarnos como proveedores de
materias primas y la otra opción es ser parte activa de las cadenas regionales
de valor, con lo que podemos aspirar a ascender progresivamente en la cadena
hacia los eslabones finales.
Alianza del Pacífico
Varilias manifestó
que la Alianza del Pacífico es el escenario ideal para impulsar las cadenas
regionales de valor, pues la suma de los cuatro países nos posiciona como la
sexta economía del mundo. “Podemos dejar de pensar que somos un mercado
pequeño, el problema de la escala se resuelve en gran medida”, puntualizó.
En ese contexto,
consideró que corresponde a los empresarios visualizar y desarrollar las
cadenas regionales y propiciar las alianzas necesarias y a los gobiernos de los
cuatro países construir las condiciones para que esas cadenas se concreten.
La agenda de
trabajo que se desprende de esta nueva alternativa de industrialización
(cadenas regionales de valor) es fortalecer la formación de grupos de trabajo
sectoriales en el Consejo Empresarial de la Alianza del Pacífico, buena
disposición y voluntad de las autoridades gubernamentales para dar nuevas
leyes, establecer programas conjuntos y, sobre todo, hacer reformas
institucionales para actuar como una plataforma institucional integrada.
“Como estrategia
complementaria a todo lo anterior, Perú debe revisar su política de promoción
de inversiones puesto que, además de volvernos más atractivos para la inversión
extranjera, la podemos utilizar de manera estratégica para posicionarnos en los
eslabones finales de las cadenas productivas”, concluyó.
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