miércoles, 24 de mayo de 2017

ADEX PIDE ESFUERZO POLÍTICO-INSTITUCIONAL A FAVOR DE LA INDUSTRIA

El presidente de la Asociación de Exportadores (ADEX), Juan Varilias Velásquez, pidió un esfuerzo político-institucional para lograr los requisitos básicos que permitan la recuperación y desarrollo de la industria nacional, cuyas exportaciones en el primer trimestre del año sumaron US$ 985 millones 129 mil, monto comparable con el del mismo periodo del 2008 (US$ 939 millones). “El desarrollo de la industria requiere como primera condición eficiencia o costos bajos. Es por eso que no puede haber industria sin carreteras ni puertos, o sin parques industriales y/o zonas especiales de desarrollo. En ese sentido, la primera condición es este esfuerzo político-institucional”, comentó. La segunda condición es diseñar vías rápidas para la formación de nuevos cuadros técnicos y profesionales, pues en un contexto de globalización, la industria evoluciona de la manufactura hacia el uso más intensivo de máquinas y el conocimiento especializado.
“Otro concepto utilizado para modelar la evolución del aparato productivo es la generación de valor agregado. Perú es un país rico en recursos naturales y necesita añadirle valor para generar más y mejor empleo”, precisó.
Más empleo, mejores salarios
Añadió que el valor agregado se genera cuando se transforma la materia prima mediante procesos industriales que convierten, por ejemplo, el metal en una máquina y el algodón en una prenda de vestir, en ese sentido, cada etapa de transformación genera más empleo y mejores salarios.
“Las estadísticas de empleo refuerzan esta idea: US$ 1 millón de minerales exportados genera 11 empleos directos, mientras que la siderurgia genera 35 puestos y la metalmecánica 41. En general, los despachos tradicionales generan 12 empleos directos por cada US$ 1 millón y las no tradicionales 51”, puntualizó.
Sin embargo, Varilias refirió que esta línea de razonamiento tiene un obstáculo insalvable y es que el valor de un producto se mide por lo que el consumidor está dispuesto a pagar. Asimismo, la eficiencia de una actividad industrial está en función de su escala. La industria necesita una escala determinada tanto a nivel de abastecimiento de materias primas como desde el lado de la demanda del producto final.
A manera de ejemplo, dijo que Perú no tiene una industria eficiente de refinación de metales porque requiere operar a gran escala para ser competitiva: si no tenemos materia prima en los volúmenes requeridos y no tenemos un mercado que compre metales a gran escala, no hay forma de tener refinerías eficientes. Dado que el mercado peruano es pequeño, tiene una industria de metales que adquiere materia prima a precios más altos que los internacionales, por lo que el producto final es poco competitivo.
Un objetivo, dos caminos
Para el líder empresarial, y teniendo en cuenta el tamaño del mercado peruano, existen dos caminos complementarios a seguir. El primero es la diversificación productiva y el segundo es la participación en cadenas globales de valor. “Por nuestra amplia riqueza natural podemos apostar por una producción diversa. Dentro de esa diversidad, hay varios sectores que no requieren inversión a gran escala ni necesitan pasar por varias etapas de transformación”, dijo.
Respecto al segundo camino -cadenas globales de valor- refirió que existen dos alternativas: la primera es ser pasivos, lo que podría perennizarnos como proveedores de materias primas y la otra opción es ser parte activa de las cadenas regionales de valor, con lo que podemos aspirar a ascender progresivamente en la cadena hacia los eslabones finales.
Alianza del Pacífico
Varilias manifestó que la Alianza del Pacífico es el escenario ideal para impulsar las cadenas regionales de valor, pues la suma de los cuatro países nos posiciona como la sexta economía del mundo. “Podemos dejar de pensar que somos un mercado pequeño, el problema de la escala se resuelve en gran medida”, puntualizó.
En ese contexto, consideró que corresponde a los empresarios visualizar y desarrollar las cadenas regionales y propiciar las alianzas necesarias y a los gobiernos de los cuatro países construir las condiciones para que esas cadenas se concreten.
La agenda de trabajo que se desprende de esta nueva alternativa de industrialización (cadenas regionales de valor) es fortalecer la formación de grupos de trabajo sectoriales en el Consejo Empresarial de la Alianza del Pacífico, buena disposición y voluntad de las autoridades gubernamentales para dar nuevas leyes, establecer programas conjuntos y, sobre todo, hacer reformas institucionales para actuar como una plataforma institucional integrada.
“Como estrategia complementaria a todo lo anterior, Perú debe revisar su política de promoción de inversiones puesto que, además de volvernos más atractivos para la inversión extranjera, la podemos utilizar de manera estratégica para posicionarnos en los eslabones finales de las cadenas productivas”, concluyó.

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